lunes, 24 de diciembre de 2007

CALCETINES


En un caluroso y bochornoso aunque nublado día de verano, hoy 24 de diciembre de 2007 me encuentro en Sydney. Con el cajón de la ropa interior volcado sobre la cama en la que estoy sentado, estoy intentando poner en orden a calzoncillos y calcetines. Pongo a un lado los calzoncillos, doblados y ordenados por calidades, los más bonitos y a un lado y los más gastados al otro. En cuanto a los calcetines, me encanta hacerlos bolitas. Primero, sin embargo, toca casar cada uno con su pareja, algo que no es nada fácil, ni con los calcetines ni con las personas, no crees?

Y en esta tarea de reconstrucción de mi cajón de la ropa interior, me hallo además en otra tarea de reconstrucción interior, la de recapitular el año. Mientras junto un calcetín con otro, en mi cabeza uno recuerdos con personas, personas con momentos, momentos con sentimientos, sentimientos con recuerdos y así sin poder parar de pensar en un 2007 que me ha dado muchas, muchas cosas.

Ya casi tengo todos los calcetines emparejados, aunque misteriosamente siempre me queda algún calcetín sin pareja, y que a pesar del pasar del ciclo de la ropa y de las miles de vueltas de la lavadora, siguen ahí solos sin encontrar su acompañante. Sin embargo, a pesar de esto, yo los conservo, con la esperanza que algún día los podré volver a casar. De la misma manera hay personas que conocí sólo una vez, o que estuvieron por un tiempo y luego se fueron, o que siguen ahí pero sin pertenecer a ningún grupo. A todas estas personas, que sin querer o queriendo, se hicieron un hueco en mi cajón de la memoria, las sigo guardando en el armario de mi pecho. Por que a pesar de no tener a otro calcetín como partener, guardo la esperanza de volverlas a ubicar, revisitar y disfrutar. A todos los otros calcetines emparejados, a todos los demás que estáis de forma permanente, os voy a guardar cuidadosamente, os pondré uno al lado del otro, con cuidado, llenando hasta los topes mi primer cajón, el que está más arriba en el armario de mi vida.

Parece que este cajón ya está ordenado, aunque recapitulación del año sigue incompleta. Suerte que todavía me quedan cuatro cajones y cinco baldas en mi armario para ordenar…

Frase del día: “sí rompí la cámara…”
Libro del día: “The service of clouds”, Delia Falconer
Feeling Coporal: gingle bells, gingle bells, gingle all the way!

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